Comunicación política: 7 factores clave de para triunfar en campaña

Este domingo, Euskadi se viste de gala para una nueva cita electoral. Con decenas de mítines, debates televisados y una inversión publicitaria que rompe récords campaña tras campaña, la comunicación política en periodos electorales es un caso de estudio que consideramos muy apropiado para entender muchos de los factores clave de éxito en la comunicación actual.

En esta “edición especial elecciones” de nuestro blog, nos vestimos de asesores políticos y desgranamos algunos de los puntos clave del marketing y la comunicación política. ¿Nos acompañas?

Sin estos elementos, olvídate de ganar unas elecciones en 2024

Desde los oradores de la antigua Grecia hasta la era de Twitter, la comunicación política ha evolucionado totalmente. En las últimas décadas, la llegada de la televisión, internet y las redes sociales han traído cambios significativos, transformando las campañas electorales y las estrategias para siempre.

A continuación, hablamos de 7 FCE que tienen mucho que ver con la Comunicación y el Marketing y que consideramos fundamentales para que una campaña política resulte exitosa a día de hoy.

La importancia de la segmentación

Empezaremos con uno de los puntos clave en cualquier campaña política: la segmentación. Los partidos funcionan como las empresas, y por ello, hay que tener identificadas perfectamente cuales son las personas a las que quieres y puedes vender tu producto.

Segmentar el electorado implica dividir a los votantes en grupos más pequeños basados en una serie de criterios comunes. ¿Pero cuál es la manera idónea de dividir a estos segmentos? Es una cuestión difícil de responder y depende mucho del análisis que realicen los estrategas políticos, pero tradicionalmente la división en grupos de los votantes se realiza en base a criterios demográficos, sociales, psicográficos e intereses. Así, aspectos como edad, sexo, ubicación geográfica, nivel socioeconómico, intereses o preocupaciones suelen ser cruciales a la hora de diseñar los mensajes.

Esta segmentación permite a las campañas diseñar mensajes que hablen directamente a las preocupaciones específicas de cada grupo. Por ejemplo, los mensajes sobre políticas educativas o vivienda pueden dirigirse a jóvenes y familias, mientras que las cuestiones sobre pensiones y beneficios de jubilación pueden enfocarse en los votantes mayores.

1. El ejemplo de Barack Obama

   Una de las claves de la victoria electoral de Barack Obama en 2008 fue la efectividad de su campaña en el electorado más joven. Sus estrategas de campaña identificaron un caladero de votos importante entre los estratos de edad más bajos e identificaron su alto grado de utilización y conexión con internet y las redes sociales. E hicieron un gran esfuerzo en ese canal para conseguir conectar con ese segmento concreto que fue decisivo para su victoria. Y que, además de ayudarle a llegar a la Presidencia, cambió las reglas del juego de las campañas políticas para siempre. De hecho, cada vez las elecciones se juegan más en canales online que en los tradicionales.

Saber elegir bien el target

Dividir a los electores en segmentos, permite también a los partidos tener un mapa simplificado de los votantes. De esta manera y en función de la ideología de cada partido, va a resultar mucho más sencillo identificar cuáles de dichos segmentos son votantes a los que tenemos que mantener (fidelizar), cuáles son caladero en los que podemos pescar votos (clientes potenciales) y en cuáles tenemos que dedicar menos esfuerzos porque es prácticamente imposible rascar votos hacia nuestro partido.

Traído a términos de Marketing podemos decir que definimos todos los tipos de buyer persona que existen en el mercado y seleccionamos cuáles de ellos son a los que tenemos que dirigir nuestras diferentes estrategias.

Estrategia personalizada pero coherente

Una vez identificados los segmentos, es crucial personalizar la estrategia para cada uno de ellos. Esto incluye no solo el contenido del mensaje, sino también el tono y el canal de comunicación.

Por ejemplo, mientras que las redes sociales pueden ser el canal preferido para llegar a los votantes más jóvenes, los formatos más tradicionales como los boletines por correo o los encuentros en persona pueden ser más efectivos con segmentos de mayor edad.

Desarrollo del mensaje para hacerlo eficaz

Aquí entra en juego algo que siempre repetimos: la importancia de conocer bien al público al que nos dirigimos. ¿Cuántas veces los políticos, con sus respuestas, nos transmiten vivir muy alejados de la realidad? Eso lo que crea desconexión o desvinculación con el electorado que es justo lo contrario a lo que buscan los políticos para lograr arrancar nuestro voto.

El mensaje en sí debe ser claro y resonar con los valores y necesidades del segmento al que se dirige. Es importante que este mensaje no solo informe sobre las propuestas, sino que también transmita empatía y comprensión de las circunstancias particulares de los votantes. El storytelling resulta una técnica ideal para que lo que queremos transmitir llegue más fácil a la mente y el corazón de nuestros receptores. De hecho, el mensaje solo resultará eficaz si logra conectar emocionalmente con el electorado, haciendo que se sientan escuchados y valorados.

Por tanto, resulta crucial que los candidatos y los programas hablen de los temas y preocupaciones reales de cada uno de los segmentos y que esa voz se escuche en aquellos canales que esas personas utilizan y de manera que lo comprendan fácilmente y cale en ellos.

1. Consistencia y Coherencia en el Mensaje

   Aunque es importante saber dirigirnos a los segmentos de manera personalizada, es esencial que todas las plataformas y puntos de contacto con los votantes mantengan un mensaje coherente y consistente. Esto refuerza la identidad de la campaña y ayuda a construir confianza y credibilidad entre el electorado. La consistencia en el mensaje asegura que, independientemente del canal, el votante recibe el mismo mensaje fundamental, adaptado de manera que resuene con sus circunstancias específicas.

Análisis de datos y retroalimentación

En la era digital y teniendo en cuenta la importancia de cuidar de cada detalle en una campaña electoral, es impensable que sin implementar un sistema para el análisis de datos y la retroalimentación un partido pueda triunfar. Las campañas modernas aprovechan una variedad de técnicas para recolectar y analizar datos. Los equipos de campaña deben utilizar análisis avanzados para entender cómo los votantes responden a diferentes mensajes y ajustar rápidamente sus estrategias. Esto incluye el análisis de engagement en redes sociales, tasas de apertura y respuesta en campañas de email, el impacto de los debates, los términos clave, y la eficacia de los anuncios en diferentes plataformas.

Una de las grandes ventajas de un enfoque basado en datos es la capacidad de reaccionar en tiempo real. Por ejemplo, si los datos muestran que un mensaje específico está resonando particularmente bien en una región, la campaña puede incrementar su difusión allí. Inversamente, si la retroalimentación indica que un mensaje no está siendo efectivo o incluso es contraproducente, puede ser rápidamente ajustado o retirado.

El Poder de la Imagen y la Oratoria

Si bien es cierto que este punto merecería ser tratado en un blog específicamente dedicado a ello, no hemos querido pasar por alto la importancia que sigue teniendo el propio candidato a la hora de arrastrar voto. La imagen, el carisma, la capacidad de comunicar… siguen siendo clave para conectar con el electorado. Aunque vamos a hablar de algunos aspectos que se trabajan, hay factores en este punto que son innatos en la persona y que, por más que se entrenen, son difíciles de lograr.

1. El Impacto de la Oratoria

   La habilidad de un político para comunicar de manera efectiva a través del discurso sigue siendo uno de los aspectos más influyentes de la comunicación política. Discursos como el «I Have a Dream» de Martin Luther King Jr. muestran cómo la oratoria poderosa no solo transmite un mensaje, sino que también puede inspirar y movilizar a las personas.

1. Los discursos efectivos utilizan una combinación de retórica emocional, pausas estratégicas, y un tono que se ajusta al contenido del mensaje y al público objetivo. Su elaboración está también medida al detalle por todo un equipo de comunicación. Pero resulta también fundamental que el candidato esté preparado para ofrecer respuesta a cualquier cuestión con la que intenten ponerle en un aprieto. Ser capaz de salir airoso de ella tiene que ver con la propia naturaleza del candidato, pero también con su preparación.

1. La oratoria tradicional ha evolucionado y, hoy en día, debería incluir elementos multimedia para enriquecer las presentaciones y apoyar el discurso. Estos elementos ayudan a captar mejor la atención del público. Por ejemplo, el uso de visuales durante los discursos, como gráficos y videos, puede reforzar el mensaje y hacer que el contenido sea más memorable.

No redes, no party

Dominando la comunicación política: Tradición e innovación en la era digital

En el complejo escenario de la comunicación política moderna, los elementos que hemos desglosado no son solo componentes aislados, sino piezas de un engranaje que deben trabajar en conjunto para crear una campaña coherente y exitosa. Desde la segmentación detallada del electorado hasta el poder de la imagen y la oratoria, cada factor juega un papel muy importante en la construcción de una conexión significativa con los votantes.

La era digital ha transformado las reglas del juego, haciendo que la presencia en redes sociales sea una necesidad irrefutable y que el análisis de datos se convierta en una herramienta indispensable para afinar estrategias y responder de manera ágil a las dinámicas cambiantes de la opinión pública. Sin embargo, a pesar de la evolución de los medios y las herramientas, algunos principios permanecen constantes, como la necesidad de una comunicación genuina y resonante que pueda movilizar emocionalmente al electorado.